martes, 12 de diciembre de 2017

¿Cantidad o calidad?

La inmediatez se ha vuelto una variable decisiva, en los últimos años, para medir el éxito en las redes sociales. De la calidad del contenido se está pasando a la cantidad. ¿Tan importante es dar la exclusiva, aún arriesgándose a no haber corroborado la información? Éste está siendo el gran dilema (y perjuicio) del periodismo en los últimos años: la inmediatez permite que ciertas publicaciones no hayan sido verificadas, lo que supone que la información no está siendo tratada con la ética debida. 

Bien parece que las redes sociales - e Internet en general - han modelado un nuevo paradigma en la comunicación. Es obvio que han roto el canal, el espacio-tiempo, pero también parece que amenazan el mensaje: en volverlo menos complejo, menos veraz.  La verdadera realidad es que el Social Media nos conduce a un futuro de mensajes fugaces La era de la posverdad (escogida como neologismo en 2016) se fundamenta en la falta de comprobación de cualquier información procedente de la red, por ejemplo. 

Aunque hace ya algunos años se hablaba de la enfermedad del click, el definitivo auge del marketing en el seno de las empresas ha permitido crear campañas de comunicación basadas en el cuánto: ya no es importante quién nos lee, sino cuántos, ya no importa qué decimos sino cada cuánto lo hacemos. Pero, ¿es eso lo que el usuario valora? ¿Acaso no debería primar el crear una comunidad seguidora como un antecedente necesario en el proceso de branding?


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