¿Es necesario que los
dirigentes de una empresa desarrollen sus propias redes sociales para potenciar
el branding de la compañía? Los números dicen que no: el 61% de los CEOs de la lista Fortune 500 no tenían
presencia en las redes.
Aún así, en tiempos de
Internet, donde el usuario tiene acceso a la información (e incluso al
contacto) con la empresa, ¿no sería más rentable para la compañía potenciar ese
mecanismo de accesibilidad?
Uno de los mejores
ejemplos de esta estrategia es John Legere, el CEO del holding de telecomunicaciones
T-Mobile. Su caso es paradigmático: cada tres o cuatro días publica en
Instagram (además de cinco millones de seguidores en Twitter) y, sobre todo, interactuar diariamente con sus followers (contestando a sus preguntas,
monitorizando sus cuentas, etc).
Como ya hemos
dicho en numerosos post, la clave de una buena estrategia digital es focalizar
tu comunicación en la red donde se sitúan tus stakeholders. De esta manera, LinkedIn
se ha convertido en los últimos años en la mejor plataforma de comunicación
para CEOs y altos directivos por su
interacción entre usuarios y su capacidad de compartir publicaciones,
documentos, etc.
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