Diseñar e implantar grandes campañas de marketing no está al alcance de cualquier compañía; no todas las empresas son capaces de invertir un 15% de su presupuesto en potenciar su producto/marca. Por eso, el marketing de guerrilla (el marketing basado en acciones puntuales, generalmente muy creativas y espontáneas) sigue siendo una muy buena táctica cuando se dispone de menos dinero.
Ejemplos como el de la famosa marca española de cervezas Cruzcampo (en la fotografía), simulando una guitarra en medio de la ciudad de Sevilla, demuestran que no hace falta un gran presupuesto para generar un impacto en posibles consumidores y potenciar el branding de la empresa.
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| Campaña de Cruzcampo en 2014 |
Todo ello debe ir alineado con una campaña de redes sociales para multiplicar el impacto del street marketing en el público. Hay que tener en cuenta que estas campañas, que giran en torno a la creatividad, generalmente producen una simpatía en los stakeholders. Habitualmente, se produce una interacción entre éstos y el elemento central de la campaña (en el ejemplo, haciendo fotos a la guitarra, paseando, etc).
Así pues, tal y como funcionan las redes sociales, que un usuario tome una fotografía a la guitarra y la cuelgue en Facebook, Instagram o en cualquier rincón de las redes, puede multiplicar el efecto deseado.
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